Me llamo Laura de Rosario Rodriguez
- lasbatasverdes
- 28 jul 2014
- 3 Min. de lectura
ME LLAMO LAURA Hummm, que sueño. No me quiero levantar… un ratito mas porfaaa. Pero que digo yo? Si hoy debe de ser sábado o domingo, por que el despertador no ha sonado. No, no ha sonado. Bien!!!!! Media vuelta. _ Buenos días señora ¿durmió bien? Le traigo el zumo de proteínas y ahorita le preparo el baño. Pero… quien coño es esta tía que se pasea por mi habitación ¿Qué zumo? ¿Qué baño? ni que leches! _ ¡Oiga! ¡Oiga Espere! si usted la de la cofia. ¿se puede saber quién es usted y que hace aquí? Mire… si ha venido a robar se equivocó de sitio porque soy más pobre que las ratas. _ Ay señora! Que simpática se amaneció usted hoy. Dese prisa que hoy es día lunes y ya sabe que el masajista madruga más que usted. Acuérdese también la señora que quedó en el club de Polo para comer con sus amigas. _ ¿Se encuentra bien señora? la veo rara. ¿Quiere que llame al médico? _ No, no. Esto... Todo está bien puede retirarse. _ Magali señora, me llamo Magali. Huy… hoy está muy rara. En fin si no ordena nada más me voy a la tintorería para recoger su traje de equitación. Se ha ido. No entiendo nada. ¿de quién es esta casa? Mía no. Seguro!!! Ufff que cosas ¿me estaré volviendo loca? Aquí pasa algo muy raro, tengo que averiguar que es. Mejor me levanto y me tomo ese zumo. _ Puag ¡que asco! Ahora mismo mataría por un café. Tengo que ir al baño. Hay dos puertas… pito pito colorito, ¡Madre mía! esto no es el baño parce una tienda del Paseo de Gracia. Chanel, Valentino, Armani, Dolche & Gavana, Luis Vuiton, Hemes, Prada, Manolo Blani… Dios mio, me estoy mareando. El baño debe de ser la puerta de al lado Me volví a equivocar, esto es el spa. Por el rabillo del ojo percibo una presencia, me giro lentamente y saludo ¡buenos días! ¡Ho! Es un espejo. Me desplomo redonda sobre el suelo de pizarra. Soy liviana como un colibrí, estoy volando por el dormitorio y aterrizo sobre el blando lecho con dosel. Pero no, tampoco. Abro los ojos y me encuentro a un tío supermacizo que me observa con cara de preocupación. _ Laura ¿estás bien? ¿Qué te ha pasado? Por lo menos este me conoce aunque yo no pueda decir lo mismo. _ No lo sé ¿Quién eres? _ Creo que te has dado un golpe en la cabeza al resbalar en el baño ¿no me reconoces? Soy Gerard, tu masajista. _ Si claro, Magali me dijo que vendrías. Mira, perdona pero hoy no me encuentro con ánimos para masajes. _ Bien, como quieras Laura. Volveré mas tarde. Descansa. _ Espera Gerard! ¿Qué edad tengo? _ Tienes 70 años, pero aparentas 60. Eres una mujer muy guapa Laura. Si, esa es la imagen que vi en el espejo del baño. Esto es terrorífico porque yo no tengo 70 años, acabo de cumplir 30, tengo dos hijos de 4 y 6 años y trabajo como una burra para sacarlos adelante. Vivimos en un pisito de alquiler en el extrarradio y a pesar de las dificultades somos muy felices. Miro mis manos que dicen otra cosa, no son manos de treintañera ni de curranta. Son manos arrugadas y sabias que me recuerdan a las de mi abuela. Tengo que rendirme a la evidencia, tengo 70 años. Pero ¿que fue de los 40 que me faltan? ¿se pueden desvanecer 40 años por arte de birlibirloque? No puedo más, creo que dormiré un rato a ver si cuando me despierte ha sido todo una pesadilla. No sé cuantas horas he dormido. Me da miedo abrir los ojos. Oigo voces a fuera ¿Quién será? Si, parece Magali y el masajista Gerard ¿con quién hablan? _ Les contrate a ustedes por que el Doctor Aguilera me los recomendó. _ Si señora, pero no hay manera de que se tome la medicación y eso que se la camuflo en el zumo. _ Perdone que la molestáramos, pero su madre cada vez tiene más lagunas. Hoy me preguntó qué edad tenia. Sería conveniente llamar al doctor Aguilera. _ La verdad, no se para que molestarlo ya nos puso en antecedentes en cuanto a la evolución del Alzhéimer. Yo no creo que podamos hacer nada más. Estoy cayendo en un pozo sin fin. Siento que mi yo se desmenuza en infinitas escamas y tengo que elegir una sola para volver a ser yo. Me llamo Laura, tengo 30 años y a pesar de las dificultades soy muy feliz...
Rosario Rodriguez







































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