"Soledad"
- Carmen García
- 10 ago 2015
- 2 Min. de lectura

Fui la mayor de varios hermanos, todos chicos y siempre me hubiera gustado tener una hermana. Afortunadamente tenía a mis primas de Horta que eran algo más mayores que yo y hacían ese roll de hermanas mayores. frente a su casa había una Montaña y cuando íbamos a ver a mis tíos yo iba con ellas a jugar a la Montaña. Hace días vi por la tele un programa que me resulta bastante entretenido. Se trata de personas que por motivos varios no conocen a sus parientes y la tele se los busca. Salio una chica, llamada Esperanza, de mi edad aproximadamente buscando a su madre, ya que no la había conocido. Todo lo que sabía era que su madre dejó una nota cuando la llevo al Orfanato de Barcelona, recien nacida diciendo qué la iría a recoger en cuanto solucionara sus problemas y encontrara trabajo. Se trataba de una mujer de 19 anuos que vino de un pueblo de Cordoba como tantas mujeres de aquella época. Esa historia me llego enormemente al corazón ya que mi madre se vino a esa edad a servir a Barcelona, también de un pueblo de Cordoba. El presentador de TV le hacia preguntas y Soledad no paraba de llorar, decía cuanto le gustaría recuperar a su madre, y hermanos si los tuviera. Empece a fijarme con mas detenimiento en ella y la encontré muy parecida a mí, cara redonda, papada incipiente, pelo rizado. De repente me pareció que éramos iguales, como dos gotas de agua; pero ella era un año mayor que yo. La mente me iba a 100 por hora, era imposible que se tratara de mí madre, una persona con la moral intachable (como se decía antes), tan inocente, tan pendiente siempre de su familia. Definitivamente no Podía ser. Mi madre me lo explicaba todo, era imposible que se callara una cosa así. Aunque realmente tenía un punto de tristeza que pense que era porque perdió a su padre muy joven y a su madre de niña, pero quien sabe si era por algún otro motivo. Soledad no paraba de llorar y pedía que si alguien le pudiera dar aunque fuera una leve pista de su origen, quedaría muy agradecida. Me acosté, pero no pude dormir en toda la noche. Es que físicamente era como yo!!!. Al día siguiente llame a TV al telefono que había salido en la pantalla. Me hicieron un cuestionario de 1000 preguntas, ya que es mucha la gente que llama y se tienen que asegurar. Como muchos datos Coincidían me dieron una cita con ella. Al vernos nos besamos y abrazamos como si fuéramos hermanas desde siempre, nos contamos nuestras vidas, le enseñé las fotos de mis hermanos y le dije que tenía primos en Barcelona y Cordoba. Ella estaba muy emocionada. Ella me enseñó la nota escrita que le había dejado y que estaba escrita detrás de una foto de su madre. Cuando la v,i me desinfle de golpe. Lo siento, pero esa no era mi madre. Soledad se sumergió en una gran pena, ya que se había hecho a la idea de finalizar su búsqueda, pero lamentablemente no fue así. Carmen García.
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