"Los Clanes de la Isla de Skye"

Carmen García.
10 ago 2015
2 Min. de lectura

Estoy frente a la ventana, las gotas de lluvia no paran de deslizarse por el vidrio y muy cerca veo la copa de unos pinos. Un poco más atrás el agua del mar (aquí le llaman Loch) que se balancea suavemente, al mismo ritmo que la copa del pino. Antes del agua esta el paseo marítimo y parece otoño, la gente pasea con paraguas o chubasquero. Detrás mío hay un grupo a los que oigo que comentan: El castillo fue construido por el Clan MacLeod y más tarde, en el siglo XV, fue asaltado por el Clan MacDonald. El dueño del castillo ha ido cambiando entre los dos clanes a lo largo de los años. En 1596 fue reconstruido por el Clan MacDonald. En 1689 el castillo fue abandonado y comenzó su decaída. La mayoría de las piedras fueron usadas en los edificios colindantes. Sigo mirando por la ventana y el panorama ha cambiado totalmente. El paseo marítimo ha desaparecido. Pasan guerreros unos a caballo y otros a pie, pero todos con escudo y cascos con marcas rojas. Se paran a descansar en la playa. Hay tres guerreros que no desmontan y que parecen buscar algo por los alrededores. Los guerreros sentados en la playa parecen agradecidos de poder relajar las piernas y de las alforjas empiezan a sacar comida y bebida. A través de la ventana puedo oír sus voces y sus risas. No les entiendo, pero parecen contentos riendo y cantando en grupos. Tienen barba y pelo largo, les encuentro un aspecto algo bárbaro. Desde la ventana veo que ya no llueve pero hay una gran niebla y creo distinguir un navío con velas azules que se aproxima. Hay hombres subidos a los palos con antorchas. Es lo unico que consigo ver, las antorchas que iluminan las velas azules. Los tres guerreros montados que hacían guardia advierten a sus Compañeros de la playa y cada uno asumen su posición de ataque Acercándose en filas bien marcadas a la orilla del mar. Los del navío azul llegan, desembarcan con cascos y escudos pintados de azul y luchan fieramente con sus adversarios. Todos son hombres corpulentos y no se dejan vencer fácilmente. Los tres guerreros montados, con algo que no consigo distinguir hacen un gran ruido y los guerreros rojos saben que es el toque de retirada. Los azules se miran victoriosos mientras ven correr a los rojos, pero cuando se giran ven que de las profundidades del mar ha salido un monstruo, como el que siempre han leído en las leyendas del clan, pero que nadie había visto. Todos corrían por la playa, pero no sabían hacia dónde ir, el monstruo era inmenso, entraba por un lado y salia por otro y a veces se quedaba quieto mostrando varias curvas de su cuerpo en la superficie del mar. De pronto alguien me toco en el hombro, me había quedado dormida. Corrí hacia la ventana y vi como seguían pasando los peatones con chubasqueros y paraguas.