▲Micro-Relato "Las Hermanas"▲ "A mi Hermana "Chiqui" de Núria M

A mi hermana "Chiqui"

Su blanca y tierna piel se quebró en un suspiro… marcando su existencia aun casi sin haber empezado a vivir. Ese nuevo ser que alumbraba a la luz de la vida abría sus puertas a un mundo que más tarde la juzgaría sin ser culpable.

Aquella niña que generaba una atracción de curiosidad inmensa vivía!!!! Y eso era lo más importante, aunque lo que su rostro mostraba, no era aceptado dentro de la “normalidad”. Típicos tildes sociales de belleza y prejuicios estúpidos que no se correspondían con la verdad autentica.

Sus tiernos oídos escucharon todo tipo de calificaciones y descripciones, pero… era ajena al significado. Sonreía como el más feliz de los niños y su sonrisa iluminaba todo el entorno, como sus grandes ojos de color verde, si, verde color esperanza, mirando con curiosidad todo su alrededor, en el aprendizaje de la Vida.

Nació en una familia que no marco diferencias, porque su alegría colmaba los momentos más difíciles que se presentaban. Rodeada de hermanos menores fue creciendo entre los paragolpes que sus consanguíneos habían construido, con mucho Amor y respeto.

Su vida, sacudida desde el nacimiento, no fue un camino de rosas, porque las repercusiones de sus circunstancias físicas, no le daban tregua alguna, pero ella seguía manteniendo una gran sonrisa y sus ganas de vivir no obnubilaban su día a día, sino al contrario lo llenaban de luces de colores y sonrisas entre su familia, salvando cada golpe con una esperanza mas grande.

Le habían diagnosticado pocos años de vida, pero el destino le regalo el error de los médicos y vivió más allá de lo establecido. Alegre, jovial, generosa, inquieta y risueña, dejo una huella imborrable para todos. “Chiqui” diminutivo de Guillermina, nos enseño la valía de la lucha y el esfuerzo, aprendimos a no decaer por situaciones difíciles que quedaban a la altura de la insignificancia ante el ímpetu y el deseo de vivir plenamente y disfrutar de todo.

Siento orgullo cuando pronuncio su nombre y su recuerdo vuelve a mí, porque me enseño a vivir en plenitud, porque me mostró lo que es realmente Amor sin condiciones, sin egoísmos y sin hipocresía. Y me gusta gritar bien fuerte. ¡¡¡Ella fue mi Hermana, que suerte tuve en tenerla!!!.

Nos dejo un abril de hace años ya… se fue sin hacer ruido, protegida por la nocturnidad y una dulce melodía, que la acompañaba en sus noches de insomnio y se durmió plácidamente, dejándonos como legado su recuerdo y sus ejemplos de vida, su sonrisa y sus lagrimas, pero no de llanto sino de alegría por haber vivido y compartido todo lo que más allá de su piel tenia y recobró en ese momento la blanca y tierna piel que llevaba dentro y que muy pocos tuvieron la capacidad de descubrir, porque estaban envueltos en trajes de apariencias y vidas vacías.

Núria M

PD: Para quienes me conocen… quiero que este relato sea una dedicatoria muy especial para “Chiqui” mi Hermana, con quien tuve la suerte de compartir parte de mi vida y seguramente yo, hoy no sería quien soy… si no fuera por todo lo que ella me enseño día a día, en cada gesto en cada mirada. Sembró dentro de mí, algo que hoy en día escasea, algo tan simple como la humanidad, el respeto, la igualdad entre todo ser humano que nos rodea.

Más allá de sus preguntas y mis respuestas, recuerdo que me decía sin palabras, tan solo con una mirada… “Nadie es mejor ni peor que nadie, tan solo somos diferentes”.

#microrelatosnúriam